El Ateismo ataca al Cristianismo con una denuncia contra la Iglesia Católica la cual sostiene una impostura construida con falsos documentos, como la Biblia y los Evangelios, e impuesta con la violencia de la Inquisición y falsos como el exorcismo, el satanismo y otras supersticiones.

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Juan el Nazoreo

Despuès de haber visto como los componentes de la banda de los Boanerghes fueron transformados en pacìficos discìpulos atravès de la manipulaciòn de sus nombres, ( Barjiona en hijo de Giona, Escariote en nativo de Ekariot, Qananite en habitante de Cana etc. etc.) pasamos ahora a las falsificaciones que los cristianos hicieron a Juan para transformarlo en Jesùs.

IL NOMBRE: El nombre de Juan , sostituido con aquellos genèricos de Cristo (Kristos en el significado de Unto) y de Señor, fue definitivamente cambiado en aquèl de Jesùs alrededor del año 180 de cuanto resulta de un libro de Celso escrito contra los cristianos en el cual dice “Aquèl que al cual habèis dado el nombre de Jesùs en realidad no era solo que el jefe de una banda de ladrones y los milagros que le atribuis no eran sòlo que manifestaciones operadas segùn la magìa y los trucos isotèricos. La verdad es que todas estas pretenciones hechas no son solamente que mitos que vosotros mismos habèis fabricado sin pero alcanzar a dar a las vuestras calumnias un color de crencias. Es notable a todos que lo que habeìs escrito es el resultado de contìnuas mezclas hechas en seguida a las crìticas que les venìan declaradas”.

En efecto en las primeras ediciones de los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas salidos en el año 60 del siglo II, el Mesìas venìa todavìa indicado con las denominaciones genèricos de Cristo y de Señor. Los cristianos, no pudiendole atribuir un nombre propio cuales podrìan ser Pascual, Liborio o Anacleto, un nombre es decir que no siendo jamàs existido en la era mesianica habrìa hecho derrunbar en el ridìculo toda la construcciòn hecha de ellos; le dieron aquello de Josuha (Jesùs) que en realidad, significando genericamente “ Aquel que Salva”, solo aparentemente lo quitaba de su anonimato. No hay necesidad de explicaciones para comprender que una cosa serìa sostener la existencia de un Mesìas que desprovisto de un nombre propio hubiera podido escapar a cada control històrico, y una cosa serìa sostener la existencia de alguìen que, de punto en blanco, venìa presentado bajo el nombre propio que para ser sostenido habrìa necesitado de una documentaciòn especìfica. Este nombre, aceptado de la masa de plebeos que por su ignorancia no se creaban problemas etimològicos, hizo pero reir a los opositores que, puesto en evidencia el truco, acusaron una vez màs los teològicos cristianos de descaro y de engaño. El tiempo con su olvido y las represiones usadas de los cristianos contra los adversarios hicieron que el nombre de Jesùs, adquistado el status de nombre propio, fue adoptado como tal tambièn exprimiendo en realidad el mismo significado de Soter que venìa atribuido genericamente a las divinidades paganas las cuales tenìan, no de menos, aunque un nombre propio.

ràcticamente los cristianos dieron un nombre al mesìas de ellos recurriendo al mismo truco que usaron los redactores de la Biblia cuando en el siglo sexto atribuyeron al Dios de ellos el nombre de Yave que, significando “Yo soy”, permitìa a ellos de defender la existencia atravès del anonimato. ( ¡ Es propio el caso de decir: cual el padre, tal el hijo ¡ ).Eludir asì el problema del nombre sustituyendo con Jesùs aquèl de Juan que venìa recordado de la tradicciòn, quedaba de falsificar las denominaciones de Galileo y de Nazoreo el cual significado zelota habrìa contrastado decisamente con la naturaleza religiosa y pacìfica de el construido Mesìas de ellos.
Siendo imposible suprimirlo, le dieron otros significado recurriendo al engaño como habìan hecho con los otros nombres de los componentes del grupo de los Boanerghes

Si la denominaciòn de Galileo fue facilmente hecha pasar por “ habitante de la Galilea”, el otro, es decir aquel de Nazoreo, se mostrò particularmente difìcil. El primer tentativo que hicieron para quitarle cada significado revolucionario, de cuanto resulta de la documentaciòn, fue aquella de hacerlo depender de una profesìa recorriendo al anuncio que el àngel habìa dado a la esposa de Manoach: << Tu consebiràs y partoriras un hijo que serà Nazireo fin de su nacimiento >>, anuncio que pero presentàndose demasiado evidente a Sansòn fue descartado para ser sostituìdo de la profesìa de Michea que, refirièndose al nacimiento del futuro rey de Israel, asì se exprimìa: <<Un retoño nacera a Belen dell tronco de Iesse que serà destinado a governar sobre el pueblo de Dios>> Se habìan tomado esta profesìa para justificar el porquè Jesùs tenìa la denominaciòn de Nazoreo fue por el hecho que la palabra “virgulto” ( netzer) y la palabra Nazir, escribièndose las dos en hebràico con las letras n z r, tenìan las mismas consonantes. (En la lengua hebràica, como la fenicia y la antigua egipciana las palabras eran transcritas solamente las consonantes. Ejemplo: razòn = r z n, y tambièn verdad = v r d d).

Si aunque esta soluciòn no fue considerada aceptable no dependiò tanto del hecho que parecìa demasiado imaginaria y considerada imposible a sostenerse porque ella, como la primera no podìa ser aplicada a Jesùs siendo dirigida a otro personaje, es decir a David, hijo de Iesse. .
Entonces, despuès de haber buscado inutilmente en la Biblia un pasaje que pudiera justificar en calidad de profesìa la denominaciòn de Nazoreo ricurrieron todavìa una vez al expediente geogràfico metièndolo en conexiòn con la ciudad de Nazaret como Qananite y Escariota que habìan hecho derivar de Cana y de Keriot. Y serà propio con montar de este enèsimo engaño que los falsificadores nos daràn la prueba definitiva e irrefutable que Jesùs, personaje jamàs existido, no es otro que el sostituto de Juan.
Todos los cuatro evangelios canònicos hacen depender el nombre Nazoreo (Nazareno) de la cuidad de Nazaret afirmando que fue la ciudad en el cual Jesùs creciò y se formò durante aquellos treinta años que precedieron a sus predicaciones. Ya que es de Nazaret que sacaremoss la prueba conclusiva para demostrar que Jesùs en realidad es Juan, detengàmonos a examinar esta ciudad que resulta ser completamente diferente de como la describen los evangelios. ¿Por què la ciudad de Nazaret situada en llanura y lejos del lago de Tiberiade viene encambio descrita por los evangelios construida sobra un monte y en rivera de un lago?.

La respuesta es simple: porque la ciudad està sobre el monte y està ubicada en la rivera del lago es la verdadera ciudad en la cual viviò el Mesìas indicado de la tradicciòn sobre cual venièron construidos los evangelios mientras la otra, aquèlla en llanura y lejos cuarenta quilòmetros del lago es aquèlla que los falsificadores usaron para justificar la denominaciòn Nazareo. Pràcticamente esta contradicciòn entre la descripciòn que indican los evangelios de la verdadera patria del Mesìas y la ciudad de Nazaret dependiò del hecho que los falsificadores, habièndo construido los cuatro evangelios canònicos a Roma sìn conocer la Palestina, cometieron la gran ligereza de contar los hechos segùn la tradicciòn que se referìa a Juan, sìn preocuparse de adaptarlos a la ciudad de Nazaret que habìan escogido solamente porquè atravès de su nombre hubieran podido justificar la denominaciòn de Nazareo.
Leyendo los evangelios hacemos ènfasis que la ciudad de Jesùs no es en efecto la Nazaret ubicada en la llanura y distante cuarenta quilòmetros del lago de Tiberiade mas bien sì otra ciudad que resulta al contrario colocada sobra una montaña que puesta sobre la rivera del lago Tiberiade asume un caràcter prevalentemente lagunare hecho de barcas, de pescadores y de ondas en movimiento por las tempestas. Los mismos apòstoles son todos pescadores que Jesùs transforma en discìpulos encontràndolos mientras retiran las redes: “Terminadas estas paràbolas, Jesùs se fue de allì y venido a su patria enseñaba en la Sinagoga, La gente de su pueblo, reconocièndolo, se pusieron ha hablar de èl. Jesùs, oyò lo que decìan, se fue de allì en una barca, pero viendo que la gente se quedaba en la playa se puso a curar a los enfermos y multiplicò los panes y los peces.

Despedida la muchedumbre, saliò sobre el monte y se puso a orar. De el monte viò que abajo, en el lago de Tiberìade, la barca de los apòstoles corrìa peligro por las ondas generadas del viento que se era improvisamente elevado.” (Mt. 13/53).
La misma confirmaciòn sobre la ciudad de Jesùs nos viene de Lucas el cual nos habla tambièn de un precipicio: “Jesùs se encaminò a Nazaret donde habìa sido crecido; y entrò segùn como lo hacìa siempre, de Sàbado en la sinagoga y se levantò a leer...al oir estas cosas todos fueron indignados; se quitaron de allì, lo echaron afuera de la ciudad y lo conducieron a las orillas del monte sobre la cual era situada la ciudad, para lanzarlo del precipicio, mas èl pasando enmedio de ellos se fuè. (Lc. 4-14/28). Y todavìa: “Aquèl dia Jesùs saliò de la casa, se sentò en riva del mar (lago),se comenzò a reunir alrededor de èl tanta gente que tuvo que salir encima de una barca”. ( Mt. 13—1/2)

Aunque Mateo marra ( Cap. 3-4): “ Escuchando lo que decìa, una gran muchedumbre se dirigiò a èl. Entonces èl rogo a sus discìpulos que le pusieran a disposiciòn una barca, para que no lo invistieran a causa de la moltitud, para que no lo invistieran...saliò enseguida sobra el monte, llamo con èl aquellos que quierìa que lo siguieran...Entrò en la casa se reuniò alrededor de èl muchas personas, tanto que no podìan ni siquiera comer. Llegaron su madre y sus hermanos y, no pudiendo entrar lo mandaron a llamar. Despuès de haber explicado quien eran realmente sus parientes, salio de la casa, Jesùspuso a enseñar de nuevo en el mar (lago )”.
A èste punto, dàndose cuanta que la ciudad donde habìa crecido Jesùs no podìa ser Nazaret que se encuentra a cuarenta quilòmetros del lago y esta situada en llanura, hemos ido a buscar a otras fuentes cuales eran en realidad esta cuidad puesta a la orilla de el lago de Tiberìade, puesta sobra una montaña y circundada de precipicios.

La respuesta nos ha estado dada por aquèl paso de Josè Flavio que describe la ciudad de Ezechia, padre de Judas el Golanitide y abuelo de Juan el Galileo, dicho el Nazoreo: “Ezechia era un Rabbi perteneciente a una familia de alta alcurnia de la ciudad de Gamala que era situada sobre la orilla galanica del lago de Tiberìa. Esta ciudad no se habìa sotometida a los romanos confiando en sus defensas naturales. De una montaña alta se extiende un prolungamiento derrocado que al centro se eleva una joroba que de la cima declina con igual desnivel sea adelante que atràs, tanto de parecer al perfil de un camello (Gamlà); de esto nace el nombre, aunque si los paisanos no respetan la exacta pronunciaciòn del nombre llamàndola Gamala. A la par y de enfrente termina en precipicios inpràcticables mientras es poco accesible de atràs. Aunque aquì los habitantes excavando una fosa transversal, habìan obstaculizado el pasaje. Las casas construìdas sobre los cascos eran estrechamente dispuestas las unas sobre las otras: parecìa que la ciudad colgaba y siempre al punto de caer del alto sobre ella misma. Asomada a medio dìa, su cabo meridional, elevàndose a inmisurable altura, formaba la roca de la ciudad, bajo de ella un vacìo sìn muros caìa en un profundisimo precipicio. ( Ant. Jud. ).

¿Si esta es la ciudad que los evangelios atribuyen a Jesùs, que otra cosa se puede concluir si no que Jesùs fuera nacido a vivido a Gamala in Golanita y no a Nazaret en Galilea como la Iglesia quisiera danos a entender?.
¿Si Jesùs entonces resulta ser de Gamala quien otro podrìa ser si no Juan sobrino del Rabbi Ezechia?. Basta sostituir en los evangelios Nazaret con Gamala y todo parecerà claro. Todo lo que he escrito precedentemente, al fìn de cuentas, tenìa solamente la finalidad de preparar a los lectores a esta conclusiòn que por su evidencia no puede ser rechasada ni siguiera de aquèllos que, siendo testarudos en la fè, son capaces de negar la verdad aunque sea de lo màs evidente. De todos modos no termina aquì la demostraciòn de la no existencia de Jesùs, porquè tantas seran las pruebas que todavìa darè para demostrar de que cosa han sido capaces los falsificadores (los Santos Padres de la Iglesia) para construir esta grande impostadura que es el cristianismo.

El nacimiento de Jesùs

Faltando pruebas històricas, los cristianos dieron testimonio de la vida de Jesùs sirviendose exclusivamente de las profesìas. Comensando del presupuesto que todo lo que viene anunciado de los profetas debe obligatoriamente cumplirse porque originado de la inspiraciòn divina, ellos redactaron los evangelios haciendo depender las acciones de Cristo de frases que, sacadas de la Biblia y oportunamente adaptadas, hicieron pasar como profesìas.
A este punto se deberìa hablar del fatalismo que, suprimiendo el libre adbedrìo y haciendo asì al hombre no responsable de las propias acciones, harìa aparecer el mismo Cristo una marioneta en manos del destino ya establecido de las Sagradas Escrituras. Mas asì pues no estoy aquì para discutir la no existencia de Dios màs solamente aquella de Jesùs como personaje històrico, dejo al lèctor libre de sacar las propias conclusiones sobre la “predestinaciòn” que, quitando a los hombres la responsabilidad de sus acciones, hace inùtil la existencia de un Dios que juzga segùn los mèritos y demèritos.

El nacimiento de Jesùs, construido como todo el resto de su vida fueron sacadas de frases de la Biblia, resultaran un conjunto de contradicciones, de engaños y de superficialidades. El nacimiento ignorado sobre el principio de los cuatro evangelios, se agregò solamente en el siglo tercero en aquel de Mateo y de Lucas eso dependiò de la necesidad que tubieron los cristianos de justificar atravès de un nacimiento terrestre la humanizaciòn de vuestro mesìas a causa de las crìticas que les venìan hechas por parte de los opositores que les pedìan como es posible que Jesùs habìa comenzado su actividad de predicador como hombre sin ser nacido de una mujer. En efecto los cuatro evangelios canònicos iniciaban presentando Jesùs que comensaba su misiòn de predicador partiendo de Cafàrnaum en edad adulta dando como sola justificaciòn de su existencia hùmana aquella voz que habìa escuchado venir del alto que decìa, mientras era bautizado de Juan Bautista:

<<Este es mi hijo predilecto que hoy he generado>>.Como consecuencia de la decisiòn que tomaron de dar a Jesùs un nacimiento terrestre, resultando contradictorio este concebimiento que hasta ahora habìan hecho depender directamente de Dios, cambiando la expresiòn “Hoy he generado” con “Me he complacido” como resulta en el evangelio de hoy en dìa.
Si en el evangelio de Juan no hablan del nacimiento terreno dependiò del hecho que prefirieron darle un caràcter teològico en calidad de “Verbo” para poder asì pasar el mesìas de ellos “Logos” como lo era Mitra en la religiòn avestica.
Sobre el nacimiento terrestre de Jesùs igmediatamente se pone un gran problema: hacerlo nacer a Belèn, segùn cuanto decìa la profesìa de Miquea, que lo querìa de Belèn ( De tì, Belèn asì pequeña para ser entre las comarcas de la Judea, saldrà aquel que debe ser el dominador de Israel) (Mc. V-1), o sinò a Nazaret que era la ciudad de la cual habìan hecho depender la denominaciòn Nazareno?.
Para satisfacer entonces estas dos exigencias, una que lo querìa de Belèn y la otra de Nazaret, los constructores de los dos vangelios , aquèl de Mateo y aquèl de Lucas, trabajando separadamente segùn la propia fantasìa, dieron a cada uno una propia versiòn asì de hacer resultar los dos nacimientos , uno diferente del otro.

Nacimiento segùn el evangelio de Mateo: Para satisfacer la profesìa de Miquea que lo querìa de Belèn y la exigencia de justificar su nominaciòn de Nazareno, Mateo, despuès de haber hecho nacer Jesùs a Belèn, lo transfiriò a Nazaret donde se quedò como residente por el resto de su vida.
Para comprender el estratagema de Belèn a Nazaret, la cosa mejor es seguir los hechos segùn como el evangelio lo marra: “Los reyes Magos que habìan llevado oro, incienso y mirra cuando apenas se habìan ido apareciò un angel a Josè y le dijeron de irse inmediatamente a Egipto porque Herodes, sabiendo que habìa nacido aquèl que habrìa reinado sobre Israel, buscaba al niño para matarlo.
Josè, tomò consigo mismo a Jesùs y la madre, huyò en Egipto porque regresando despuès del Egipto si pudiera cumplir lo que el profeta habìa dicho: << Del Egipto he llamado a mi hijo>>
“El rey herodes para estar seguro de eliminar al niño ordenò en su territorio matar todos los varones de Belèn con dos años o inferiores a esa. Esta matanza se llevò a cabo segùn lo que habìa dicho el profeta Jeremìas: << Un grito ha sido oìdo en Rama, Raquèl, la cual tumba es a Belèm, llora sus hijos y no quiere ser consolada (¿!))>>. Muerto herodes , un angèl del Señor dijo a Josè que estaba en Egipto que podìa regresar a Belèn porque aquèl que incidiaba sobre su hijo estaba muerto. Durante el viaje de regreso, Josè supo que el puesto de Herodes era estado tomado por su hijo Archelao, cruèl como su padre, por un principio de prudencia, se detuvieron en Galilea, fuè a vivir en la ciudad de Nazaret para que se cumpliera lo que habìa sido dicho por los profetas: << Serà llamado Nazareno>>. ( El comentario serà hecho despuès).

Nacimiento segùn el evangelio de Lucas: Contrariamente al evangelio de Mateo, que hacìa nacer Jesùs en Belèn porque Josè y Marìa eran allì residentes, en aquel de Lucas se dice al contrario que si Jesùs naciò en esta ciudad eso dependiò del hecho que Josè y Marìa, residentes a Nazaret, porque se encontraron obligados a regresar, siendo èsta la ciudad de nacimiento de ellos, por causa de un censimiento fìscal que era estado ordenado del preconsul Quirino en seguido a la anexiòn de la Palestina al impero romano (es el censimiento del año 6 que diò lugar a la revuelta guiada de Judas el Galileo padre de Juan).
Realizada asì la profesìa de Miquea, que queria a Jesùs de Belèn, con el nacimiento en la famosa gruta calentada por un buey y un asno, Josè y Marìa regresaron a Nazaret, la ciudad de residencia de ellos, que habrìan momentaneamente dejado por vìa del censo.
Que los dos nacimientos sean frutos puramente de inventos, nos viene confirmado, ademàs del hecho ya demostrado que el personaje evangèlico, siendo originario de Gamala, no tiene nada que ver ni con Belèn ni con Nazaret, aunque de los tantos contrastes resultados por los dos evangelios y de las enormes inexactitudes y absurdidades que en ellos evidencian.

1) Las genealogìas atribuidas a Josè en los dos evangelios para demostrar que su hijo Jesùs provenìa de la estìrpe de David, segùn cuanto habìa estado anunciado en las profesìas, son asì diferentes entre ellas que parecen referirse a dos personas diferentes. Ademàs de los nombres de los componentes que son asì en desacuerdo entre las dos versiones de no haber uno que sea igual a la otra, los dos arbòles genealògicos contrastan aunque sobre el nùmero de los ascendentes que en Mateo resulta ser de 42 y en Lucas de 56. Esta diferencia numèrica dependiò del hecho que las genealogìas no fueron escritas segùn un criterio de objetividad històrica, màs siguiendo una imposiciòn que venìa del no 14 de la càbala hebràica de la cual ellas, en el total de los ascendentes, debìan ser multiplos. La diferencia asì que, dependiò del hecho que mientras Mateo multiplicò este nùmero por tres ( 42 ), Lucas lo multiplico por 4 ( 56 ). ( ¡Cada uno saque las propias concluiones en el juzgar los principios sobre los cuales son basados las verdades evangelicas! ).
2) Las fechas a las cuales se refieren los dos nacimientos tienen un descarte de almenos once años desde el momento que el Evangelio de Mateo pone el nacimiento antes de la muerte de Herodes (Sucedida en el -4) y el Evangelio de Lucas la pone bajo el censo que se desarrollò en el +6. (Este es el caso para recordar que la Iglesia nos presenta Mateo como testigo ocular y Lucas como aquèl que viene a conocimiento de los hechos directamente de Marìa habièndola personalmente conocida.)
3) Mientras Mateo dice que Marìa partorio a Belèn, en su casa, porque allì era residente al momento del parto: “ Los reyes Magos, entrados en la casa de Josè, vieron el niño y Marìa su madre y la adoraron”, Lucas, en vèz afirmaba que Josè y Marìa habìan ido a Belèn por motivo de un censo, hace nacer Jesùs en una establo porque no teniendo una casa propia no habìan encontrado ninguno que los ospitara: “ Los Magos fueron a Belèn y encontraron a Marìa, Josè y el niño que yacìa en el pesebre de una gruta donde estaban el buey y el asno que lo calentaban, alrededor tantos pastores que llevaban sus dones y sobra, del alto una multitud de àngeles que cantaban: << Gloria a Dios en el alto de los cielos >>”.
4) Los episodios que reguardan la matanza de los inocentes ordenada de Herodes, la Fuga en Egipto y la visita de los reyes Magos sostenidas de Mateo, resultan del todo ignorados en el evangelio de Lucas
5) El transferimiento de la Sagrada Familia a Belèn a causa del censo fìscal es cuanto màs inverosìmil y evidentemente lleno de pretextos, sabiendo que, segùn las leyes romanas, los ciudadanos declaraban sus rèditos en las oficinas fiscales de la ciudad donde desarrollaban sus actividades, es decir donde tenìan su residencia, y no en aquellas de la ciudad donde habìan nacido.Cosas inverosìmiles y pretextuosas que vienen confirmadas del viaje que hacen sostener a Marìa que no encuentra ninguna justificaciòn del momento que, siempre segùn las leyes romanas “debìan presentarse a las autoridades fìscales solamente los jefes de familia tanto que venìa especificados expresamente en el edicto que las mujeres casadas eran exhoneradas si las representaban sus esposos”.
6) Otra absurdidad, inventada para construir la trama evangèlica, es aquella de Herodes que: “ llamados los tres reyes Magos de una parte, se les hizo decir con exactitud el tiempo en el cual habìa aparecido la estrella y les enviò a Belèn exortàndolos << ¡Andàos e informàos cuidadosamente del niño y, cuando lo habrèis encontrado, hacèdmelo saber asì aunque yo andrè a adorarlo>>” (Mt.2/7).
¿Como se puede creer que Herodes, seguramente el màs potente rey que ha existido en Palestina durante el tiempo de los romanos, que disponìa, como resulta de los documentos, de una perfecta organizaciòn informativa para defenderse de los revolucionarios del Partido Nacionalista Judàico y de cuantos hubieran podido conjurarle en contra, tuviera necesidad de tres reyes extranjeros de pasaje para saber si habìa nacido el Mesìas a Belèn, aquel Mesìas cual nacimiento todos eran a conocimiento en la Judèa por anuncio dado a los partores por parte de los àngeles que volaban a moltitudes en el cielo cantando aleluya, aleluya?.

¿Como es posible que todos fueran informados sobre el lugar de nacimiento del rey de los reyes indicado por una estrella luminosa que se podìa ver desde el lejano Oriente, a ecepciòn de Herodes y sus cortesanos?. Estando a cuanto nos refiere los evangelios que los reyes Magos para saber donde se encontraba el rey de la Judea se dirigieron a los habitantes de Jerusalen (Mt. 2/1) no hubiera sido suficiente que Herodes para saber donde estaba su rival saliera de su palacio y pedir informaciòn al primero que hubiera encontrado?.
Es claro que estamos en el pleno de una fàbula, para màs aunque demencial, hecha de personajes puramente imaginarios como los reyes Magos que han sido introducidos solamente porque atravès de los dones de oro, incienso y de la mirra, que eran los tres elementos que venìan ofrecidos a Mitra, pudieran continuar aquel programa que se eran prefijados a sostituirse a la religiòn avestica en la mentalidad popular haciendo las dos creencias lo màs posible similares entre ellas. E fuè siempre que para alcanzar esta meta que fuè hecho nacer Jesùs en una gruta como habìan hecho nacer a Mitra, Dionisio, Mammuz y todos los otros reyes solares para poder demostrar atravès de un nacimiento sucedida en un lugar sìn luz, la victoria de ellos sobre las tinieblas, y enseguida, exactamente en el siglo V, transfirieron al 25 de diciembre, dìa del nacimiento de Mitra, el nacimiento de Jesùs que hasta entonces habìan festejado los dias primeros de marzo. Este programa de conquista de las masas basado sobre el asecundar lo màs posible las creèncias paganas para hacer asimilar a ellos el cristianismo sìn provocar traumas, la Iglesia continùo a seguirlos en los siglos que siguieron usando los templos paganos para celebrar sus propios ritos.
7) Despuès del hecho de haber enviado la Sagrada Familia en Egipto para demostar, atravès la expresiòn puesta en la boca de Dios: << He llamado a mi hijo del Egipto>>, que el Jesùs de ellos era verdaderamente el hijo de Dios, no es màs que otra prueba que demuestra que los falsificadores que escribieron los Evangelios eran cristianos de origen pagana que ignoraban en la manera màs absoluta los contenidos significativos de la Biblia. Asì pues la frase “ he llamado a mi
hijo del Egipto “ no se referìa al Mesìas, como ellos habìan creìdo, mas al pueblo hebrèo que Dios, llamàndolo del Egipto, habìa librado de la esclavitud por parte de los Faraones. Por consiguiente, estando asì las cosas, hubiera sido màs oportuno para ellos si a Jesùs lo hubieran dejado en Belèn donde habìa nacido evitàndoles aquel viaje en Egipto que, ademàs de haber demostrado por parte de ellos ignorancia biblica, nos ha fornido la prueba definitiva de la impostura de ellos haciendo detener Jesùs a Nazaret para transformarlo de Nazoreo en Nazareno.
A este punto, debemos considerar las contradicciones existentes entre los dos evangelios, serìa curioso de ver la reacciòn de Mateo si se le mostrara los pesebres que se construyen hoy con un Jesùs acostado sobre la paja en un pesebre, del momento que èl, cual testigo de los hechos, segùn cuanto quiere darnos a entender la Iglesia, hace partorir Marìa comodamente en la cama de su casa.
De las dos versiones, aunque si ambas merecen desprecio, prefiero aquella de Lucas resultando menos cìnica de la otra aunque si hace partorir Marìa en una gruta “al frio y al hielo”. Personalmente no puedo provar que censuro a Mateo que, para alcanzar sus escobos de falsificador, despues de haber hecho hacer a Marìa, embarazada al noveno mes, el viaje de Nazaret a Belèn (160 quilometros), sarcàsticamente la envìa nada menos a Egipto, hacièndola enfrentar, despùes de apenas dos dias del parto, otro viaje de 160 quilòmetros en el desierto. Una insensibilidad que no puedo perdonal ni siquiera a un Santo, cual èl ha estado declarado, si pienso que, segùn las costumbres hebrèo-araba, fue ciertamente Josè, como hombre , a montar el asno mientras Marìa, siendo mujer, lo seguìa atràs a pie humildemente, llevando el hijo envuelto en un pañal sobre sus espaldas a modo de alforjas.

Terminado con el nacimiento , Lucas pasa a narrarnos sobre la circuncisiòn de Jesùs, circuncisiòn que envès es ignorada de Mateo. De esta ceremonia Lucas nos cuenta pràcticamente todo; nos habla de un cierto Simò , hombre justo, que onorò el niño con palabras que le fueron dictadas del Espìritu Santo, nos refiere de Ana la profeta y se detiene tambièn sobre las dos palomas blancas que fueron sacrificadas sobre el altar segùn la ley de Moises ( aplastamiento de la cabeza con la uña del pulgar), pero no nos dice nada de aquel que recogiò el prepucio y lo conservò para que las futuras generaciones pudieran venerarlo en una urna que actualmentee se encuentra en el convento de las Orsolinas a Charroux, en Francia. Aparte la escena còmica de estas monjas castas y verecundas que imaginamos que sonrrogen mientras rezan de rrodìas delante de un pedazo de miembro, aquello que sucita ilaridad es que, ademàs de este prepucio venerado a Charroux, existen en el mundo cristiano bien otros cinco que vienen celosamente conservados e inciensados como relìquias en sus urnas doradas. A tìtulo informativo dirè que las relìquias vienen mostradas una vez al año a los fieles que, pasàndole enfrente, lo besan atravès del vidrio. ( ¡Parece que las Orsolinas de Charroux lo hagan muy seguido!).
Pero esto no es nada en comparaciòn del problema teològico surgido enseguido a la interrogaciòn: “ ¿Si Jesùs ha dejado si prepucio sobre la tierra, ha subido al cielo en la forma completa o en la forma incompleta de su cuerpo?”. Para saber como la Iglesìa ha ajustado este dilema no hay otra cosa que dirigirnos a los Dominicanos o a los Jesuitas que son especialistas en resolver los problemas teològicos!.
Terminado el relato sobre los nacimientos, sea Mateo que Lucas proyectaron Jesùs a Cafarnoa a la edad de treinta años hacièndole comenzar el ciclo de predicaciones exactamente como habìa afirmado Marchione en su evangelio con la sola diferencia que el Cristo de ellos se presenta en carne y huesos, mientras aquel de Marchione tenìa del hombre solamente la apariencia.
A este punto concluyo con el nacimiento, aunque si todavìa existirìan una infinidad de puntualizaciones ( serias y còmicas ), preguntàndome si es posible creer en la Iglesìa cuando afirma que estos dos evangèlios, asì en discordancia entre ellos de los hechos aunque màs esenciales, fueron escritos, aquèl de Mateo, de un testigo ocular, y el otro, aquèl de Lucas, de un apòstol que describiò las narraciones “ despuès de haber desarrollado minuciosas y escrupulosas investigaciones? ”
Antes de pasar al pròximo capìtulo que tratarà de la pasiòn y muerte de nuestro Señor Jesucristo quiero dar brevemente una explicaciòn sobre como construyeron los personajes de Josè, padre putativo de Jesùs y de Marìa, madre terrena y virgèn.

El nombre de Marìa, que deriva del hebràico Miriam, fue escogido porque es entre los nombres femeninos màs comunes de la Biblia y la virginidad le fue atribuyida por la sencilla razòn que todos los dioces salvadores, sea de la religiòn occidental que oriental, eran hijos de un dios que se habìa unido con una mujer virgen cuales fueron Horo, nacido de Iside, Tammuz de Istar, Attiz de Nana, Perseo de Dafne y Mitra de una virgèn fecundada de Aura Mazda. Si despuès consideramos el nacimiento de Visnù de la virgen Devaki podemos remarcar que el nacimiento de Lucas lo es la perfecta repeticiòn: “ La voluntad de Dios se ha cumplida. ¡Virgen y madre salve! Nacerà de tì un hijo que serà el salvador del mundo. Mas huye, porque Kansa ( el dios del mal ) te buscarà para hacerte morir con el tierno fruto que llevas en tu seno. Nuestros hermanos te guiaràn a los pastores que estàn a las faldas del monte Metu; es aquì que meteras al mundo el hijo divino”. Esta narraciòn, trata de los textos induistas, que nos recuerda el nacimiento de aquel Mesìas de la primera Apocalipsis que fue partorido sobre la tierra de una virgen seguida de un dragòn, encontrandola en el nacimiento de Lucas en todos sus detalles, cuales aquellos que reguardan los pastores y Kansa, el dios del mal que viene transferido en aquel rey Herodes que busca al recìen nacido para hacerlo morir, no puede ser que una ulterior confirma de cuanto el cristianismo sea un plagio de otras religiones
De consecuencia, para sostener la virginidad de Marìa ¿ con quien otro hubieran podido hacerla casarse si no con un hombre puro y casto capaz de resistir a las tentaciones de la carne?. Si como en la Biblia el hombre que venìa recordado por su castidad era Josè, hijo de Jacob, ( aquel Josè que viene elevado al rango de vicerey de Egipto ) porquè habìa logrado resistir a las repetidas tentaciones de la atractiva esposa de Potifar, dièronle como marido a ella que debìa mantener su virginidad, un hombre que se llamaba Josè, hijo aunque èl como el otro, de un padre que se llamaba Jacob.

Llegados a este punto podemos repilogar diciendo que aunque si existen innumerables ( demasiadas) las pruebas que Jesùs no es otro que el producto de una transformaciòn construida sobre Juan, hijo de Judas el Golonite, aquella decisiva , no impuñable por consiguiente irrefutable que nos ha estado dada de los mismos falsificadores que hicieron la transformaciòn de Nazoreo en Nazareno porque se cumpliesa la palabra del profeta: << no puede quedar escondida una ciudad puesta sobre una montaña >>. ( Mt. 5/14 ).

 

Gracias al buen servizio bancario y al Correo Italiano la primera ediciòn de la Favola di Cristo se agotò con una perfecta ejecuciòn de los envìos y sin reclamos

© Luigi Cascioli