Su padre, Francois Soubirous, era un alchólico
y su madre, Luisa, estaba siempre tomada.
Bernadette, de constitución grácil y
con problemas pulmonares, nació y creció
en uno de estos ambientes retrógrados y miserables
en los cuales los hijos se destetan con el vino y al
alcohol es visto como la solución de todos los
problemas, incluso hambre y enfermedades.
Incentivada por su madre, convencida que el vino le
daba fuerza, a quince años Berbadette bebia como
una adulta, lo confirma la esposa del Comisario, la
señora Jacomet, que asi se expresó sobre
la familia Soubirous durante el período de las
apariciones: "El padre de Bernadettre era un alcóholico
y su madre estaba siempre tomanda. No he sentido nada
malo sobre Bernadette, solo que también bebia",
y sus mismos biógrafos católicos que,
no pudiendo esconder una verdad documentada, trataron
de absolverla de las acusas del alcoholismo escribieron:
" Lejos de ser una alcoholista, si Bernadette bebia
lo hacia para mejor soportar sus crisis de asma".
Luego de habernos hecho una idea de quien era Bernadette
pasemos a contar la que se conoce como su primera aparición:
El 11 de febrero del 1858, la madre Luisa dijo a una
de sus hijas de ir a buscar leña para el fuego
y Bernadette pidió de acompañar a su hermana.
Era una jornada invernal y lluviosa y la madre, temiendo
que el frío comprometiera la salud de Bernadette,
permitió que la acompañara solo a causa
de la insistencia. Los biógrafos dicen solamente
que Bernadette, antes de salir, se cubrió bien
y no mencionan esos vasos de vino tinto que todo lleva
a pensar haya bebido, tal vez luego de la sugerencia
de la madre que, como se ha dicho, usaba el alcohol
como remedio para combatir el frío y las enfermedades.
Junto a Bernadette y su hermana también habia
una amiga, Jeanne Abadie.
Para llegar al lugar, donde debian encontrar la leña,
se debia atravesar un pequeño arroyo y luego
se encontraba una gruta.
Mientras la hermana de Bernadette y la amiga pasaron
el arroyo sin dificultdad, Bernadette, por miedo de
mojarse los pies, se paró en la orilla y se puso
a tirar piedras en el agua con la intención de
crearse un pasaje. La hermana de Bernadette y su amiga,
reteniendo absurdo lo que Berbadette hacia, luego de
haberla ridiculizada, prosiguieron dejándola
sola, en su locura, a tirar piedras en el agua.
Durante
el retorno, la hermana d Bernadette y Jeanne Abadie,
advirtieron en ella un comportamiento bizarro, le preguntaron
que le sucedia y allí fué que, contando
lo que habia pasado, Berbadette dió inicio al
primer capítulo de la telenovela de Lourd.
Mientras se encontraba sola, admitió de haber
visto una luz blancastra dentro de la gruta que tenia
delante, una especie de reflejo que, no pudiendo explicar,
lo llamó "aquero" que en dialecto significa
"alguna cosa".
Los psicólogos concuerdan en que Bernadette
tuvo una alucinación debida al stress o al efecto
del alcohol.
Que Bernadette fuera sujeta a crisis de delirios es
confirmado por su comportamiento en una de las apariciones,
precisamente en la octava: El 25 de febrero, habia una
muchedumbre delante de la gruta y Bernadette, como siempre,
cayó de rodillas asumiendo una expresión
de éxtasis. Luego se alzó, pareció
buscar quien sabe que caminando indecisa hacia diversas
direcciones. Al final se paró y comenzó
a excavar el suelo en un ángulo de la gruta.
Después de algunos momentos de reflexión,
en los cuales se arrodilló y acercó su
rostro al agujero que habia realizado, se llevó
la mano a la boca y escupió disgustada el barro
que habia empastado. Repitió esta operación
por tres veces, la cuarta se lavó el rostro.
Luego, caminando en cuatro patas, comenzó a comer
la hierba que crecia en la gruta. Cuando se levantó
tenia una expresión atónica y estaba toda
sucia de fango. Los presentes, convencidos de su locura,
se fueron desconsolados (*).
El párroco Peyremale, un hombre íntegro
y equilibrado, que jamás creyó a las apariciones,
cuando se enteró de los hechos definió
a Bernadette "Una mentirosa, que come la hierba
como los animales".
Después de esta brevísima exposición
de los hechos, podemos concluir que toda esta historia
de Lourdes fué construida sobre un resplandor,
con un "aquero" que, por mas que la iglesia
pueda haberlo transformado en "Inmaculada Concepción",
para la psicologia y el sentido común será
siempre una alucinación de vino tinto.
PD: Si ustedes, curas impostores, estan convencidos
que realicé estas afirmaciones aún sabiendo
de mentir y no me denuncian por calumnia es porque saben,
mejor que yo, que todo lo que dije es cierto.