El Ateismo ataca al Cristianismo con una denuncia contra la Iglesia Católica la cual sostiene una impostura construida con falsos documentos, como la Biblia y los Evangelios, e impuesta con la violencia de la Inquisición y falsos como el exorcismo, el satanismo y otras supersticiones.

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Respuestas a las objeciones

* Atenciòn, traducciòn semi automática que puede contener errores ortográficos y gramaticales

Aunque no hubieran existido las pruebas precedentemente portadas que demostraban que Jesùs es una construcciòn de los falsificadores, hubiera estado suficiente considerar el silencio reservado a èl de los autores del tiempo para convencernos de su inexistencia.

Plinio el Viejo

Plinio el Viejo, muerto en el 79, testigo de los hechos palestineses que siguieron la presunta crucifixiòn de Jesùs, habiendo pasado en Palestina un perìodo de cinco años comprendidos entre el 65 y el 70, no hace la mìnima menciòn de alguno que tuviera este nombre.
Famoso por su minuciosa atenciòn a cada particular en el redactar los hechos, tanto asì que murio sobre del cràter del Vesuvio porque se habìa acercado demasiado a èl para darse cuenta personalmente del fenòmeno eruptivo, si callò sobre Jesùs y los cristianos no es cierto por su indiferencia o negligencia.
Del perìodo pasado en Palestina y de tantas cosas de las cuales habla, comprendida aquella comunidad de secuaces hebros que se era instalada en el desierto de los Engaddi dela cual hace una descripciòn que corresponde exactamentea cuanto hemos tomado sobre de ella de los escritos de Qumran, nada dice ni de Jesùs ni de aquella nueva religiòn formada de los cristianos que segùn los Actos de los Apòstoles andaban siempre imponièndose màs por el contìnuo afluir de decenas de decenas de millones de convertidos.

Seneca

Filòsofo y escritor contemporaneo a los hechos evangèlicos, ignora en la manera màs total Jesùs, los cristianos y las persecusiones que segùn la Iglesìa fueron hechas contra de ellos por parte de Neròn.
En la bùsqueda de pruebas que colmaran este vacìo extremamente significativo que venìa del silencio de Seneca que, cual enseñante de Neròn , no podìa ignorar a los cristianos si verdaderamente hubieran existido en los años 50-60, San Giròlamo (347-420), tomando como idea la historicidad que este filòsofo habìa practicado, en el colmo de su arrogancìa llegò a afirmar que habìa estado asì cerca de los cristianos por la conformidad que sentìa de tener con la teologìa de ellos, de declararlo padre de la Iglesìa. Y como si esto no bastase, para demostrar la existencia de esta relaciòn pretenciosa con los cristianos la Iglesia no tardò a fabricar una corrispondencia fraternal entre èl y Pablo de Tarso, correspondencia que si es demostrada asì absurda y banal que ninguno, comprendida la Iglesìa, se atreve màs a defender como verdadera.

Svetonio

Secretario del imperador Dimiziano en los años 90-95, es decir en el pleno de las presuntas persecusiones, aunque èl, como Plinio el Viejo y Seneca, nada dice de Jesùs y de los cristianos.
En “ la Vida de los doce Cèsares “, hablando de Claudio, Svetonio dice que en el 41 èl echò de
Roma a los hebreos porque causaban contìnuos desòrdenes detràs del estìmulo de un cierto Chrestos* que si la Iglesìa no ha màs insistido de hacer pasar por Christo, aunque habièndo probado, no ha estado por un recato debido al buen sentido, màs bien por otros motivos, cuales aquèllos històricos que derivan del hecho que Jesùs muerto en el 33 no podìa ser el Crestos del 41, y aquello conceptual que le impedìa de transferir el fundador del cristianismo en la persona de un revolucionario agitador.
<< Los hebrèos fueron echados de Roma en el 41 con un edicto del Imperador Claudio porque causaban contìnuos desordenes bajo estìmulo de un cierto Crestos ( impulsor Cresto ) >>. ( Vida de los 12 Cesares – biografìa de Claudio ).
Esta afirmaciòn de Svetonio con respecto a la expulsiòn de los hebrèos agitadores no es que una ulterior confirma de la presencia a Roma de una comunidad esseno-zelota ( no cristiana como sostiene la Iglesìa ), a la cual pertenecìan los cònyuges Priscila y Aquila que hospedaron Pablo pùblicamenete aunque èl un Nazir. ( At. 18—18 ). (ver la Fàbula de Cristo )
* Crestos, que significa “ el mejor “, fue el mayor organizador de aquellos desòrdenes que se manifestaron a Roma con particular frecuencia en los años 39-40 bajo Calìgola, desòrdenes que Claudio truncò inmediatamente con un edicto que ordenaba la expulsiòn de los hebreos agitadores cuando en el 41 fue proclamado Emperador. El hecho que Priscila y Aquila fueran entre èstas y que ellos hubieran hospedado Pablo cual Nazir, es una ulterior prueba que confirma que aquello que la Iglesìa quiere hacer pasar como primeros cristianos no eran en realtad que de los esseno-zeloti.

Plinio el Joven

Durante el perìodo en el cual Plinio el Joven era gobernador en Bitinia (112-113), escribìo una letra al Emperador Traiano para pedirle instrucciones sobre como deberìa comportarse verso los componentes de una comunidad que practicaban particulares ritos propiciadores al surgir del sol en honor de un cierto Khristo que ellos retienen casi una divinidad (Khristo casi deo)* y que se reunìan para consumir de las comidas inocentes.
Basta leer el siguiente paso de Josè Flavio que reguarda los essenos, para pronto darnos cuenta que èstos a los cuales se refiere Plinio el Joven no eran en absoluto cristianos como la Iglesia querìa sostener:
<<La piedad de ellos verso la divinidad tiene una forma particular: primero de levantarse el sol recitan ciertos rezos verso de èl casi para suplicarlo de salir.
No entran en refectorio si no despuès de haberse purificado lavàndose con agua fria. Despuès de haberse sentado en silencio, el sacerdote declara previamente a la comida un rezo, y ninguno puede gustar algo de nada primero del rezo; despuès que han comido el añade un nuevo rezo; asì que sea al principio que al fìnal veneran Dios como despensador de vida>>.(La Guera Judàica VII).
*El “Cristo casi deo”del cual habla Plinio el Joven es el Mesìas religioso que las comunidades espirituales essenes, que separadas de la corriente revolucionaria guerrera, habìan empezado a esperar despuès de la derrota del 70 del ejèrcito judàico

Las comidas comunitarias reportadas sobre las Cartas de Pablo de Tarso(Agapi), de todo sìmiles a los ritos descritos de Josè Flavio y confirmados de los documentos encontrados a Qumran (“Rollo de las Reglas”) no son que una ulterior prueba que aquellos que la Iglesia quiere hacer pasar por primeros cristìanos no eran otros que componentes de las comunidades essenes.

Tàcito

Tàcito es el autor latino que segùn la Iglesia ofrece una de las pruebas mayores para demostrar la existencia de los cristìanos en Roma en los años 50-60, o sea bajo Neròn. Me refiero a aquèl paso de Tàcito contenido en el XV libro de los “Annales” en el cual esta escrito que Neròn, despuès haber acusado a los Cristìanos por el incendio de Roma, se encarnizo en contra de ellos con persecuciones en las cuales, entre los muchos màrtires, parecieron tambìen Pedro y Pablo.
Estas noticias que reguardan el incendio de Roma y la muerte de Pedro y Pablo reportadas sobre los Annales, ignoradas de todos los històricos de la època y de aquèllos que siguieron, comprendidos aquèllos cristianos cuales Origene, el obispo Clemente, Eusebio de Cesarea y el mismo San Agostino que de ellos no hace ningùn comentario en su libro “ De Civitate Dei “, dedicado en parte a describir las calamidades perecidas de Roma precedentemente al “saquèo” eseguido de Alarico (410), salieron a la claridad solamente en el XV siglo por òpera de un cierto Poggio Brandolini, secretario pontificio el cual dijò de haberlas recibido en el 1429, sobre forma de manuscritos del siglo XI, de un monge anònimo que habìa venido a Roma en Pelegrinaje. Este secretario pontificio ya conocido por haber hecho numerosas falsificaciones, si se inventò este documento no fue tanto para demostrar una existencia de los cristianos al tiempo de Neròn que en el siglo XIV se considaba por descontado, cuanto para resolver aquellas contestaciones que venìan prospèctadas de las varias corrientes cristianas y del mismo “ Concilio de los Cardenales “, contra la supremacìa sobre el mundo cristiano de el obispo de Roma. Leer los concìlios de Pisa ( 1409 ) y de Costanza ( 1414 ).
Fue el perìodo de desornen gerarquico de la iglesia en el cual los Papas y los Antipapas, cuales Juan XXIII, Benedicto VIII y Alejandro V, querìan imponer una propia residencia como sede del trono pontifìcio.
Poggio Brandolino, con la testimonianza que habrìa recibido que un hecho transcrito en los Annales de Tàcito, entendìa demostrar, atravès el martirio de Pedro, que la primacia sobre la cristianidad pertenecia sea a Roma, como sede, sea como a su obispo cual sucesor de Pedro, por un derecho històrico.
Que este documento presentado de Poggio Brandolino en el 1429 sea un falso, ademàs que del buen sentido nos viene demostrado, aunque del hecho que Simòn Pedro no ha sufrido ningùn martirio de parte de Neròn porque ajusticiado junto con su hermano Santiago en el 46 a Jerusalem bajo Cuspio Fado, aunque porque Tàcito no habrìa jamàs podido escribir del incendio de Roma que segùn cuanto ha estado històricamente demostrado, no ha sucedido jamàs.
La demostraciòn que el documento presentado de Poggio Brandolino sea un falso nos viene aunque del històrico de la Iglesia Duchesne ( 1843-1922 ) que, despuès de estudios aprofundidos sobre la historia de la cristiandad, ha llegado a la conclusiòn de proponer la supreciòn de la historia de la Iglesia de los primeros nueve papas, comprendido el mismo Pedro, porque jamàs ha existido. ( Hist. Antigua de la Iglesia).
¡Para concluir sobre esta falsidad, quiero hacer presente, por cuanto pueda considerarse absurdo, que el ùnico documento sobre el cual se ha basado la historia reguardante el incendio de Roma es representado de este escrito presentado en el siglo XV de el secretario pontificio Poggio Brandolino, retenido uno de los mayores falsaficadores del cristianismo, escrito que ha estado impuesto por la Iglesia como verdadero representando para ella una prueba de la existencia de los cristianos al tiempo de Neròn.... y existe quien todavìa que la Iglesia, esta instituciòn destuctiva de documentos valiosamente cientìficos y filosòficos, constuctora de falsos, sea de considerarse como la salvadora de la civilisaciòn occidental!

Plutarco

Nada de nada de parte de Plutarco que se refiera a Jesùs y a los cristianos, y como èl ninguna menciòn de parte de Giovenale, Pausania y Cassio Dione el cual ùltimo, hubiera tenido modo de hablar, si hubiera verdaderament existido, en su libro “ Historia Romana “ que trata de los acontecimientos de Roma que van del 67 a.C al 47 d.C.
Solamente Lucien de Samosate ( 125-192 ) hace referimiento a un mago muerto en la cruz por haber introducido un nuevo Culto de los Misterios que, siendo de inspiraciòn siriana, no pueden ser que una ulterior confirmaciòn de alguìen que, en cualquier momento hubiera existido, no hubiera podido ser otro que un secuaz de la ideologìa essena que se era desarrollada precisamente en Siria segùn los conceptos de la religiòn Mitràica.

Celso

Encarnizado crìtico anticristiano, vivido propio en el perìodo nel cuales los primeros cristianos construìan los evangèlios y los Actos de los Apòstoles en seguida al cisma determinado de la introducìon del Sacramento Eucarìstico en seno a las comunidades essenes,(ver Fàbula de Crìsto), Celso* escribìo al finàl del II siglo un libro del tìtulo” Contra los Cristianos”en el cual puntualizò todos los embrollos que ellos estaban haciendo “para construir la figura de un mago que,en caso de que fuera verdaderamente exsistito, podìa ser màs que todo aquella de uno de los mùchos charlatànes que habìan percorrido la Palestìna embrollando las gentes”.
Y es propio en este perìodo, o sea el finàl de II siglo, que por primera vez viene nominado el nombre “Jesùs” de Origene en su libro “Coentra Celsum”, de èl escrito para responder a las acusas que Celso dirigìa a la Iglesia a propòsito de este nombre que habìan dato a sus heroes que hasta aquel momento habìa sido llamado con las denominaciones genèricas de Señor,Crìsto, Mesìas, y Salvador
El nombre de Jesùs que encontramos en los textos precedentes fue añadido solamente despuès, o sea en el suglo II, III y IV . Que los evangèlios sean sometidos a contìnuas modificaciones de puesta al dia nos llega de la ùltima trasformacìon que se esta operando en ellos en las ediciones modernas sobre el nombre de Nazareno, que viene sostituido con aquello de Nazarettano, desde cuando se ha hecho remarcar que èsta es la verdadera denominacìon que depende de la ciudad de Nazaret.
*Del libro de Celso “En Cuentra de los Cristianos”(destruido por la Iglesia), quedan solamente las frases que fueron reportadas de Origene en su “Contra Celsum “ como aquella que dice:<<La verdad es que todos estos hechos de vosotros reportados sobre vuestro h èroe al cual habèis dato el nombre de Jesùs, no son màs que las inveciones que vosotros y vuestros maestros habèis fabricado sin lo por tanto acabar de darle una mìnima parte de credibilidad >>. (De “ contra los Cristianos” de Celso).

Filone Alessandrino

Filone Alessandrino, muerto en el 50 y asì pues viviò en el pleno de la era mesiànica, cual filòsofo neoplatonico, habla del Logos que las comunidades essenes esperaban como Mesìas realizador de una justicia sobre la Tierra, pero nada habla de Jesùs y de los cristianos.
¿Es posible que si verdaderamente hubiera existido en Alejandrìa, la ciudad en la cual vivìa, aquella nueva religiòn cristiana de la cual afluìban tantas conversiones populares, de oficiales romanos, de nobles y de polìticos segùn cuanto narraban los textos sagrados, ellos no habrìan dicho nada de ella?.
¿Es posible que habrìa ignorado aquel Pablo de Tarso del cual todos hablaban, sean amigos como ememigos, de sus sermones y de sus milagros, si estas cosas sucedido verdaderamente como nos vienen descritas de los Actos y de las Cartas?

Justo de Tiberìade

Que Justo de Tiberìade, històrico contemporàneo y rival de Josè Flavio, no hable ni de Jesùs ni de los cristianos en su libro pèrdido “ Historia de la Guerra Judàica “, lo sabemos de Potius, Patriarca de Constantinòpoles, que en el sigloIX, despuès de haber buscado inutilmente algùn referimiento a Jesùs en una copia del libro que èl todavìa poseìa, exprimiendo toda su maravilla, asì concluye; <<Justo de Tiberìade no hace ninguna menciòn al nacimiento, a los avenimientos y a los milagros que han sido atribuyidos a Jesùs>>.

Flavio Josè

He dejado por ùltimo Josè Flavio porque es por èl que la Iglesia trae aquella que, segùn sus pretenciones, representa la prueba indiscutible de la historicidad de Jesùs
Josè Flavio, de origenes y de religiòn hebrèa, hecho prisionero de los romanos en la guerra del 70 en la cual èl habìa combatido como oficial del ejèrcito judàico, en seguido a la nominaciòn que obtuvo de Roma, por sus cualidades morales y culturales,de històrico oficial del Imperio, escribiò la història hebràica en dos libros: Antiguedades Judàicas “ y “ Guerra Judàica”
En el primero, tomando referencia a la Biblia de los setenta, contò las vicisitudes del pueblo hebràico desde la Gènesis hasta el inicio de la Guerra Judàica (66), en el segundo marra la historia de la Palestina comprendida entre el reino de Antioco Epifane (-164) y la guerra de Masada (74) en la cual muriò Eleazaro, ùltimo hijo de Judas el Galileo, promotor de la guerra del Censo.
Habiendo ambos libros tratado del perìodo mesiànico que pràcticamente va del año I ( guerra del censo ) al año 70 ( inicio de la diaspora), como no encontramos nada que se refiera a Jesùs y a los cristianos en “La guerra Judàica “, de igual modo no encontraremos en “Antiguedad Judàica” si en ello no fuera una cierta frase accidental que asì se exprime: << En el mismo tiempo,màs o menos, viviò Jesùs, un hombre sabio, sì bièn uno lo puede llamar hombre: porque èl cumpliò obras sorprendientes, y fuè maestro de personas que aceptaban con placer la verdad. El conquistò muchos Judeos y muchos Grecos. El era el Cristo. Cuando Pilatos escuchò que era acusado por los nuestros principales hombres, lo condenò a la Cruz.
Aquellos que fìn del principio lo habìan amado no cesaron de unirse a èl. En el tercer dìa, apareciò a ellos nuevamente vivo; porque los profetas de Dios habìan predicado esto y otras innumerables cosas maravillosas de èl. Y hasta hoy no ha venido a menos la tribù de ellos que de èl han sido llamados cristianos >>. ( Ant. Jud. XVIII-63).

Los motivos que nos permiten de afirmar que este paso es un falso son:

1) Un hebreo ortodoxo como Josè Flavio que fue fiel al hebraìsmo hasta la muerte tanto de educar a sus propios hijos con esta religiòn, un hebreo que considera como su mayor orgullo aquello de ser el discendiente se una estirpe sacerdotal hebràica, un hebreo que escribe, como èl mismo dice en la presentaciòn de sì mismo que precede “Antiguedad Judàica”, para demostrar la superioridad religiosa mosaica sobre todas las otras, no puede haber reconocido como verdadero los principios bàsicos del catequismo cristiano, no puede haber afirmado que Jesùs era el verdadero Cristo, es decir la realizaciòn del Mesìas del cual èl, como hebreo, todavìa no esperaba su venida.
Voltaire asì escribe en su diccionario filosòfico ( cap. V ): << Si Josè Flavio hubiera creìdo en Cristo, entonces habrìa sido un cristiano >>.

2) El paso es ubicado entre dos hechos que retòricamente lo excluyen.
Basta examinar los dos evenimientos reportados en la posiciòn original de ellos, para darse cuenta de como el paso que reguarda Jesùs sea una evidente intromisiciòn que interrumpe la relaciòn que Josè Flavio querìa dar a dos desgracìas que suceden en el mismo tiempo.
Despuès de haber terminado la narraciòn de una matanza de los judeos eseguida por los soldados romanos por vìa de un sublevaciòn surgida porque Pilatos se era servido del dinero del Sagrado Tesoro para relizar un acueducto, con la frase: <<Asì terminò la sublevaciòn>>, Josè Flavio pasa a contar de otra desgracia que sucede a los hebreos iniciando << En el mismo perìodo otro terrible evento causo el astìo entre los Judeos y contemporaneamente sucedieron acciones de naturaleza escandalosas en relaciòn con el templo de Iside a Roma...>>.
Basta poner estre las dos frases que el autor ha colegado como los anillos de una cadena el paso que reguarda Jesùs que inicia: << En el mismo tiempo màs o menos viviò Jesùs, un hombre sabio...>> para darnos cuenta de como sèa una grandìsima interrelaciòn entre dos hechos que retòricamente la excluden.
Este paso, deconocido precedentemente, apareciò por la primer vez en “ Antiguedad Judàica “
en el siglo IV por obra de Eusebio de Cesarea ( el falsificador), fue reconfirmado despuès en la ediciòn que saliò en el siglo VI, es decir despuès de dos siglos durante los cuales el libro de Josè Flavio fue hecho desaparecer para ser sostituido por otro “ Antiguedad Judàicas “ que parecìa ser escrito de un cierto Egesippo que en realidad era Ambrosio de Milano y que se habìa firmado con este seudònimo.
Podemos imaginar aquello que soportò de falsificaciones, aumentos y faltas el libro de Josè Flavio en manos a Ambrosio de Milano que tenìa todo el interes de esconder aquella verdad que habrìa demolido la constucciòn de la Gran Impostura. ( Leer Egesippo sobre la enciclopedìa Britànica o sobre la UTET).
Libre de hacer lo que querìa, del momento que todas las copias de Josè Flavio habìan sido destruidas, Ambrosio de Milano eliminò los nombres comprometedores sostituyèndolos con otros falsos o de los anònimos, como en el caso del tentativo de revoluciòn de Juan que, atribuida a un anònimo egìpcìano, fue llevada de los años 30 a los años 50 bajo Fèlix.
Obligada la Iglesia a retirar las Antiguedades Judàicas de Egesippo por parte de las crìticas que los opositores hacìan a este evidente falso, ella puso de nuevo en circulaciòn, despuès de màs o menos dos siglos de sequestro, el libro bajo el nombre de Josè Flavio, mas dejando como habìa estado malmetido de Ambrosio de Milano. Pràcticamente “ las Antiguedades Judàicas “ de las cuales hoy disponemos son una copia de aquellas que salieron bajo el nombre de Egesippo. No hablemos ademàs de la “ Guerra Judàica “ que por las manipulaciones que ha tenido por parte de los falsificadores de la Iglesia se ha transformado en un libro sìn conclusiòn y faltante de lògica.

Si yo he afirmado que el episodio que reguarda el Egipciano declarado en Las Antiguedades Judàicas es una falsificaciòn no es ùnicamente por aquella evidencia que nos viene en el constatar la igualdad existente entre eso y aquello que se lee en los evangelios, como el Huerto de los Olivos, un ejèrcito de judeos listos para atacar las legiones Romanas, las fiestas de Pascua que, como viene continuamente repetido de Josè Flavio, eran siempre escogidas por los revolucionarios para realizar sus planes de guerra, aunque por aquello que nos viene de un anàlisis de los hechos considerados por los mismos Actos de los Apòstoles.
Estamos en Judea en el 58, bajo el procurador Fèlix, cuando Pablo de Tarso, despuès de haber viajado desde un extremo a otro del Asia Menor, comprendida la Grecia, Turquìa y todas las islas del Mediterraneo oriental, con una velocidad de movimiento como si dispusiera de un elicòptero personal, en una de estas etapas, y precisamente a Jerusalem, acusado de los judeos de haber profanado el Templo griego introducièndose en èl, fue agredido por la poblaciòn que querìa matarlo como cual agitador perteneciente a la secta de los Nazir. Salvado por el intervento de una guarniciòn romana, fue conducido como prisionero en una fortaleza del presidio romano.
Al primer intercambio de palabras, el tribuno, escuchando que Pablo hablaba el griego, le pidiò: << ¿ Entonces tu no eres el egipciano que en estos ùltimos tiempos has instigado y conducido cuatro mil rebeldes al desierto? >>. ( At. 21-37).
Si como aunque la Iglesia reconoce que este egipciano al cual se refiere el tribuno en los Actos de los Apòstoles es el mismo egipciano que viene reportado de Josè Flavio bajo el nombre de Fèlix, podemos continuar con nuestro razonamiento.
Pablo se quedò en prisiòn por bien dos años antes de ser tirado afuera para ser interrogado por el nuevo procurador Festo que hacìa pocos dìas habìa tomado el puesto de Fèlix. ( año 60).
Agripa, tetrarca de la Golanite, que era presente al interrogatorio, expuso a Festo los motivos por los cuales Pablo habìa sido arrestado: << Hay un hombre, dejado aquì prisionero por parte de Fèlix.... mas los acusadores no han presentado ninguna de las imputaciones que yo imaginaba; tenìan contra de èl solamente algunas cuestiones inherentes a su particular religiòn y que reguardan un cierto Jesùs, muerto, que Pablo sostiene que sea todavìa en vida >>. ( At. 25-14 ).

Considerando que estamos en el año 60, considerando que Jesùs fue muerto en el 33, almenos estando a cuanto ha sido escrito en los evangelios, ¿como es posible que Pablo, que ya habìa estado en los años cincuenta en Jerusalem, que habìa predicado su doctrina y su crucifixiòn , desconozca la muerte de Jesùs sucedida 27 años antes?. La incoherencia entre la afirmaciòn del tribuno que habla de un egipciano que habìa organizado la revulta en el 58 bajo Fèlix, que es la misma reportada de Josè Flavio, y del no conocimiento de parte de Pablo de la muerte de Jesùs ocurrida en el 33, nos demuestra que nos encontramos delante a otro engaño que nos lleva a formular dos preguntas: O la muerte de Jesùs no fuè en el 33 mas poco antes del 60, es decir en el perìodo en el cual Pablo estando en prisiòn no podìa haberlo sabido, o sinò los hechos que son declarados en los Actos en el 58-60 no han sucedido en esta fecha mas bien sì solamente poco despuès de la muerte de Jesùs.
Resumiendo: si Jesùs ha sido crusificado en el 33 es imposible que Pablo ignore su muerte en el 60, se Pablo ignora la muerte de Jesùs significa que los hechos que reguardan la revuelta organizada del egipciano no han sucedido en el 56 como viene declarado en las Antiguedades Judàicas, mas bien a la època de la muerte de Cristo.
Asì es como cuadran las cuentas para demostrar que como sea falso el paso reportado sobre los Actos de los Apòstoles que reguardan el egipciano a la misma manera es falso el paso reportado sobre Antiguedades Judàicas.

Todo esto para hacer desaparecer toda tracha històrica de la verdadera revuelta, es decir de aquella revuelta de Juan que si hubiera resultado en los años treinta en coincidencia con el arresto de Jesùs, hubiera impedido de constuir la figura de Cristo pues hubiera perecido evidente que aquèl que fuè arrestado en el Huerto de los Olivos en los dìas de la Pascua no era Jesùs, dicho el Nazareno, hijo de Marìa y de Josè, mas bien sì Juan de Gamala, dicho el Nazireo, hijo de Judas el Galileo, pretendiente al trono de Jerusalem etc. etc.
Demostrado asì, admitiendo que hubiera tenido necesidad, atravès el absoluto silencio històrico y las falsas proceduras para colmarlo, ¿que cosa puede quedar a la Iglesia para sostener la figura de Jesùs sinò aquèl impulso irracional que se llama fè, aquèl sentimiento ciego soportador de utopìas e ilusiones capaces de producir solamente oscurantismo y regresiones como los hechos siempre màs, poco a poco que el progreso avanza, demuestran?.

Respuesta a las objeciones que reguardan el censo del 6 – 7 d.C. ( Forum dl. 18 / 12/ 02 ).

1) En ningùn documento se encuentra la confirmaciòn que Quirinio haya cubierto dos veces la carga de Governador de la Siria del momento que en las testimonianzas històricas resulta claramente que èl fuè governador en el 6 d.C y antes de ese tiempo habìa sido consul solamente.
El pretexto al cual se aferran algunos històricos, de matiz cristiana, para sostener que el censo al cual se refiere Lucas no es aquèl del 6-7 d.C. mas bien sì otro sucedido precedentemente bajo el rey Herodes el Grande, ellos lo toman traduciendo en adverbio la palabra griega ( prote) que en el texto original tiene un valor de adjetivo.
Es suficiente comparar las dos frases, aquella original con aquella traducida, para comprender aunque como en este caso los falsificadores han tratado de alterar la vida atravès las traducciones.

A) Frase original: << “Este censo fue el primero ( prote ) a ser ejecutado por el Governador de la Siria Quirinio”>>.

B) Frase traducida: <<” Este censo fue ejecutado por el Governador Quirinio antes ( prote ) que fuera governador de la Siria” >>.

Traduciendo que el censo del cual se habla fue ejecutado antes que Quirinio fuera Governador de la Siria, como consecuencia se podìa sostener que habìa estado otro precedentemente a aquèl del 6-7 a.C. y siempre ordenado de Quirinio en el momento que era èl que venìa proclamado el ejecutor. Como consecuencia, para justificar este primer censo fuè atribuido a Quirinio un perìodo de tiempo como governador que andava del +7 al +2 y que en realidad no ha estado jamàs de cuanto resulta de los documentos que dicen claramente que Quirinio, como arriva ya lo he expresado, fue Governador de la Siria en el año +6 y que antes habìa sido solamente un consul.
2) Los censos que habìan estado eseguidos precedentemente de los governadores de la Siria, sea asì admitiendo que uno de esos haya sido ordenado por Quirinio como los falsificadores sostienen, siendo reservador exclusivamente a la poblaciòn que formaban parte del Imperio, no podìan en ningùn modo ser hechos en Palestina que, considerada protectorado mantiene la independencia polìtica y econòmica hasta el año +6, es decir hasta cuando, pasando a ser provincia del Imperio en seguida a la destituciòn de Archelao que fuè sostituido del procurador Coponio, no fue obligada a un censo fìscal para pagar los impuestos a Roma.
Excluyendo entonces, sea por una lògica històrica que por la falta de documentos que afirmen que existieron en Palestina otros censos, es de considerarse como verdad indiscutible que el primero y ùnico censo hecho en Palestina fuè aquèl del 6-7 a.C., aquèl censo que llevo Judas el Galileo, nacido en Gamala, a organizar una revulta fìscal contra Roma. Como consecuencia, no habìendo estado censos precedentes, no podìa ser que aquèl que vè a Marìa y Josè dejar Nazaret para dirigirse a Belèn, ciudad natal de ellos, para declararse al fisco. ( Cosa por otro lugar inexacta
porquè segùn las leyes romanas las declaraciones, teniendo interes fiscal, se hacìa en el lugar de residencia, es decir donde si desarrollaba la actividad laborativa, y no donde se habìa nacido, y ademàs la mujer era exenta de presentarse si era representada por su esposo.).
3) A confirmarnos que el censo del cual se habla sea aquello que determinò la revuelta fìscal del 7 d.C. y no fuè otro hecho precedentemente, como viene sostenido en las objetaciones, y el mismo Lucas cuando en los Actos de los Apòstoles escribe:<<...despuèsde èl (Teuda) surgiò Judas el Galileo, al tiempo del censimiento, e indujo mucha genta a seguirlo en la revuelta...>>. ( At. 5/37).
Que los exègesis catòlicos hayan falsificado las traducciones del griego para esconder la verdad nos viene demostrado en una infinidad de casos ( ver La Fàbula de Cristo ), uno de los cuales, quedando siempre en argumento “ Natividad ”,es aquel que reguarda la visita que Marìa hizo a Elisabet que estaba embarazada de Juan Bautista.
Basta comparar la versiòn original griega, en la cual se dice que la ciudad donde se encontraba Elisabet, madre de Juan, era la ciudad de Judas situada sobre una montaña, con la traducciòn que tansforma esta ciudad de Judas ( el Galileo ) en una ciudad de la Judea, ,a la cual la Iglesia ha dado arbitrariamente el nombre de Ain-Karim, para comprender como se quiere enconder la ciudad de Gamala, patria de Juan el Nazoreo, que era situada en Golonite como resulta de la descripciòn que hace de ella Josè Flavio.
Para ser màs claro hago reporto los dos pasos, el primero en la versiòn original griega y el segundo en la traducciòn hecha de los falsificadores.

1) << En aquellos dìas Marìa se puso en viaje y logrò alcanzar de prisa la ciudad de Judas ( el Galileo ) que estaba situada sobra una montaña >>. ( para obtener explicaciones màs detalladas, leer “La Fàbula de Cristo”)

2) << En aquellos dìas Marìa se puso en viaje con direcciòn a la montaña y alcanzò de prisa una ciudad de la Judea >>
Que los evangelios canònicos sean estado redactados no de testigos oculares, como la Iglesia sostiene, mas de personas que ni siquiera conocìan la Palestina, nos viene confirmado todavìa vèz del hecho que ellos no eliminaron en la traducciòn la expresiòn “ de prisa” que venìa empleada en el original, porque si esta expresiòn andaba bien para alcanzar Gamala ( cuatro horas de camino), no podìa andar bien para alcanzar Ain-Karim que, siendo en Judea, era lejos bien 160 quilometros de Nazaret. ( Muy seguido en los textos sagrados e esconden las distancias en tiempos asì breves de suscitar la hilaridad).
Ultimamente en un debate sobre el nacimiento de Jesùs sostenido a la televisiòn italiana el 12 de este mes de Enero en el programa “Excalibur”, a un telespèctador que pedìa explicaciòn de como habìa sido posible que los Reyes Magos hubieran percorrido en seis dìas una distancia de 2000 millas, un històrico cristiano que formaba parte del reparto Grandes intelectuales de la Iglesìa, le ha respondido que en aquel tiempo existìan ya los camellos de carrera.
A este punto, terminando con una carcajada y agradeciendo a aquèl que con sus objetaciones me ha dado la posibilidad de demostrar que el censo al cuàl se refiere Lucas no puede ser que aquèl del 6-7 d.C., reafirmo cuanto he dicho al respecto del Embarazo de la Virgèn que, segùn la història evangèlica resulta haber sido de bien once años... como mìnimo.

Paz y bien, Luigi Cascioli

 

 

Gracias al buen servizio bancario y al Correo Italiano la primera ediciòn de la Favola di Cristo se agotò con una perfecta ejecuciòn de los envìos y sin reclamos

© Luigi Cascioli